GUERRAS CÁNTABRAS

Las guerras cántabras, también conocidas como guerras asturcántabras, fueron unos enfrentamientos que tuvieron lugar del año 29 a. C. al 19 a. C. entre el Estado romano y los distintos pueblos astures y cántabros que habitaban territorios conocidos ya por los antiguos romanos como Asturiae  y Cantabri  en el noroeste de la península ibérica, en regiones coincidentes en su mayor parte con las actuales comunidades autónomas de Asturias y Cantabria y partes de las provincias de León y de Palencia.

Los enfrentamientos mantenidos por el Imperio romano contra los diversos pueblos del norte hispano, cántabros y astures principalmente, representaban la culminación de la larga conquista de la península ibérica. La resonancia de estas guerras sobrepasó a la de gran parte de las emprendidas por el Estado romano a lo largo de su historia. La razón de ello no hay que buscarla en el ámbito estrictamente militar, sino en el alcance político que se le concedió a la conquista del norte peninsular, única operación dirigida personalmente por el emperador Augusto.

Así comienza Floro su relato para narrar los hechos acaecidos en una contienda que hizo que el propio emperador romano Augusto, abriera las puertas del templo de Jano, en señal de combate total, y se desplazara en persona desde Roma hasta tierra de cántabros.

Desde aproximadamente el año 50 a. C., solamente los cántabros y los astures mantenían la independencia frente a Roma, aunque ocasionalmente se enrolaban en las tropas auxiliares romanas, como consta para el propio año 50-49 a. C., durante las guerras civiles, al servicio de Pompeyo. El resto de los pobladores de la península ya habían sido sometidos, o bien se habían adherido voluntariamente a los romanos.

No es fácil precisar el escenario de la contienda, pero hay datos que apuntan a que en el inicio se extendió hasta tierras astures al menos durante los primeros años de esta. Dos años después de comenzada, en el 27 a. C. y en plena campaña militar, se produce un hecho determinante. La península ibérica se divide en tres provincias, en vez de las dos que se conocían hasta entonces. Hispania queda así dividida en la Baetica, la Lusitania, de nueva creación, y la Tarraconense. Este hecho tiene gran importancia para realizar una contextualización geográfica correcta:

Pulsa sobre el enlace de la wikipedia para leer más sobre GUERRAS CÁNTABRAS